En Nara comenzó este 1 de diciembre el shikayose (鹿寄せ), el tradicional “llamado de los ciervos”. En un claro del recinto del Santuario Kasuga Taisha (春日大社), los ciervos salen del bosque atraídos por el sonido de un cuerno. Es una escena que se repite cada invierno: un gesto sencillo que convoca a decenas de animales en un entorno sagrado. Este año, el evento se celebra cada día hasta el 13 de diciembre.
¿Qué es el «shikayose»?
El shikayose es una actividad anual de Nara en la que los ciervos acuden desde el bosque cuando escuchan el sonido de un cuerno. Un miembro del personal dedicado a su cuidado interpreta un fragmento musical, y en cuanto las notas resuenan en el claro, los primeros ciervos emergen entre los árboles. Poco después, otros los siguen, formando un lento desfile que avanza con curiosidad y confianza.
El comportamiento no es casual: desde hace décadas se ha observado que los ciervos reaccionan de forma consistente a este sonido. Para quienes asisten, el momento resulta tan sorprendente como hipnótico, pues el bosque parece “despertarse” y ofrecer su propio espectáculo.
Origen y significado cultural
Los ciervos de Nara ocupan un lugar especial en la tradición japonesa. Desde tiempos antiguos se les considera mensajeros de los dioses vinculados a Kasuga Taisha, una relación que todavía hoy define la atmósfera del lugar.
El shikayose no es un acto religioso, pero sí una actividad que pone de manifiesto esa conexión entre los animales, el santuario y el entorno natural de Nara. En cierto modo, permite presenciar una convivencia que se ha mantenido viva durante siglos.
¿Dónde tiene lugar?
El evento se desarrolla en un claro del recinto de Kasuga Taisha, un espacio abierto rodeado de bosque dentro de uno de los santuarios más conocidos de Nara. La localización, cercana a las zonas boscosas del parque, permite que los ciervos se acerquen sin dificultad al escuchar el cuerno.
Cada mañana, antes de que el sonido comience, el entorno conserva una calma particular: la luz invernal, el susurro del bosque, el silencio de quienes esperan. Y en cuanto suenan las primeras notas, la escena cambia por completo.
¿Qué ocurre durante el shikayose?
Una vez que comienza la interpretación, los ciervos aparecen de forma progresiva. Algunos se detienen, observan y avanzan con precaución; otros corren directamente hacia el claro. En cuestión de minutos pueden reunirse más de un centenar de animales.
Muchos visitantes aprovechan para fotografiar el momento o simplemente contemplar cómo los ciervos se alimentan de bellotas en el claro, una escena tranquila y sorprendentemente natural pese a ser un evento organizado.
¿Por qué se sigue celebrando?
El shikayose se mantiene porque combina tradición, naturaleza y educación ambiental. Permite a quienes visitan Nara observar el comportamiento de los ciervos de una forma cercana pero controlada, y recuerda el papel que estos animales desempeñan en la identidad cultural de la ciudad.
También es una actividad muy esperada por quienes se alojan en Nara durante diciembre, ya que ofrece una oportunidad única para vivir un momento que no ocurre en ningún otro lugar de Japón.
Fechas del shikayose en 2025
Este año, el shikayose tiene lugar del 1 al 13 de diciembre, con una sesión cada mañana. Es un periodo breve, pero suficiente para dar la bienvenida al invierno y permitir que residentes y visitantes se acerquen al corazón natural y espiritual de Nara.
Consejos para quienes deseen asistir
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Lo ideal es llegar con algo de antelación, para encontrar un buen lugar y disfrutar del ambiente previo.
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Diciembre puede ser frío, por lo que conviene llevar ropa de abrigo.
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Aunque los ciervos están acostumbrados a la presencia humana, es importante mantener la distancia y evitar alimentarlos por cuenta propia.
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La experiencia es gratuita y accesible, lo que la convierte en una excelente actividad para una mañana en Nara.
El shikayose es una de las estampas más singulares del invierno en Nara: un cuerno que resuena en el bosque, un santuario rodeado de naturaleza, y decenas de ciervos que responden a la llamada.
Asistir a este evento es asomarse a una tradición que une cultura, historia y entorno natural en un solo instante. Una escena sencilla y extraordinaria a la vez, que recuerda por qué Nara sigue siendo uno de los lugares más especiales de Japón.